Escenario: Galerias Pacífico, lunes 14hs.
Primer piso - rincón desierto, stand de informes donde dos empleadas se limaban las uñas en un intento desesperado por evitar que se les pudra el cerebro del embole.
Me acerco en pos de "hacer las cosas bien" y consulto (en lo que creí sería una pregunta retórica): "te molesto, le saco una foto a este cartelito que tenés acá, es para un trabajo de la facultad" y mientras apunto con mi celularcito recibo un "Disculpame pero no puedo darte autorización. Tenés que hablar con la gente de seguridad, dos pasillos más allá y consultales"
"Pero, es una fotito nomás, a este cartelito" - creyendo que el diminutivo las conquistaría. Después de todo simplemente indicaba "Ascensor fuera de servicio", no "Area restringida, aquí descansan los secretos mejor guardados de la inteligencia mundial"
"mmmmmse pero, te repito, yo no tengo autoridad para responderte"
y así, en un pingpong de frase y contrafrase, durante unos segundos.
Obviamente NO fui a hablar con seguridad, NO saqué la foto pedorra, y SI se me escapó una sonrisa sarcástica al decir "dejá dejá, no es tan importante tampoco".
Es la paranoia antiterrorista, las fallas en la educación argentina que no enseñan a la gente a pensar por si misma, el pajerismo mental o simplemente la estupidez robótica que reina por algunos lugares?
hoy es uno de esos días. odio a la gente.
ja. pasa.
ReplyDeletey, no te preocupes, hay días –muchos? demasiados?– que es la gente la que se hace odiar.
pd. supongo que esto lo que logra es que uno se olvide de 'hacer las cosas bien' y vaya y saque las fotos y, de última, se banque lo que viene después. a la larga, es sólo un cartelito, o no?
jajajajajajajja por dios... que tarada esa piba...
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