Creo firmemente que los libros tienen vida propia y muchas veces se colocan x voluntad en el preciso punto donde teníamos que encontrarlos.
Ayer me regalaron este libro, que aparentemente se asomó con timidez desde un estante alto en una librería de usados. La contratapa lee:
" "Te pido un taxi" es la síntesis de una situación, escena o momento que ya no da para más. La fiesta, cualquiera que sea, se terminó. Una noche de borrachera con una amiga, una cita a ciegas planeada por el enemigo, una conversación con tu madre que te hace involucionar quince años. Vamos más lejos: una relación en la que dos personas ya no se reconocen. "Te pido un taxi" es la frase que obliga a la retirada.
Pero Te pido un taxi, la novela, es mucho más que eso. Es la historia de dos amigas que llegan al mismo tiempo a situaciones límites que las harán barajar y dar de nuevo. Cuando la vida no se parece en nada a lo que planearon, cuando el éxito laboral se convierte en un espejismo y el amor en una fórmula averiada, la amistad es, sin embargo, el único lugar donde estar a salvo. La posibilidad de hilvanar todo eso que parece desarmado.
"Julia y Bárbara son como Thelma y Louise pero tomando ácido". "
no sé, pero a mí estas cosas me hacen sentir que algo está jugando con nosotros como en un enorme tablero de ajedrez.... y la noche de ayer no podía tomar otra forma que una gran coronación para esta presentación tan exacta de nuestro "hoy".
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